Estabilidad y vulnerabilidad: Estudio del régimen de tipo de cambio fijo en la economía boliviana implementado en el año 2006

Abstract

Este estudio analiza la evolución y sostenibilidad del régimen de tipo de cambio fijo implementado en Bolivia desde 2006 hasta 2024. Inicialmente, esta política permitió estabilizar la economía, reducir la inflación y generar confianza en la moneda, respaldada por altos precios de exportación de gas y minerales. Sin embargo, a partir de 2014, la caída de los precios de las materias primas, el agotamiento de reservas internacionales y el incremento del endeudamiento público revelaron las limitaciones estructurales del régimen. Mediante un enfoque cuantitativo y cualitativo, se evaluaron factores clave como la acumulación de reservas, el gasto público y la dependencia de recursos naturales. Los resultados evidencian cómo estas dinámicas contribuyeron al deterioro del régimen y a una pérdida de competitividad económica. Finalmente, el estudio incluye recomendaciones orientadas a diversificar la economía, fortalecer la gestión fiscal y explorar alternativas cambiarias más flexibles para enfrentar los desafíos estructurales. This study analyzes the fixed exchange rate regime implemented in Bolivia from 2006 to 2024. Initially, the policy provided economic stability, controlled inflation, and boosted confidence in the local currency, supported by high export revenues from natural gas and minerals. However, since 2014, the collapse in commodity prices, depletion of international reserves, and rising public debt have highlighted the structural limitations of this regime. Using quantitative and qualitative methods, this research examines the relationship between international reserves, public spending, and Bolivia's dependence on natural resources, evaluating their impact on the sustainability of the fixed exchange rate. The findings reveal a deterioration in economic stability and competitiveness linked to the rigidity of this policy and external shocks. Recommendations are proposed to diversify the economy, strengthen fiscal management, and consider more flexible exchange rate alternatives to address structural challenges.