Metodología del aseguramiento de la calidad en la ejecución del mantenimiento para plantas concentradoras de cobre

Abstract

La minería en Chile constituye uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, destacándose por su liderazgo mundial en la producción de cobre. En este contexto, las plantas concentradoras juegan un rol estratégico en la cadena de valor del mineral, al permitir la separación eficiente del cobre desde el mineral extraído mediante procesos como chancado, molienda y flotación. La alta exigencia operativa, la complejidad técnica de los equipos involucrados y la necesidad de mantener una producción continua han convertido al mantenimiento industrial en un factor crítico para la sostenibilidad del negocio minero (Consejo Minero 2019). En los últimos años, el sector ha enfrentado desafíos como la disminución de la ley del mineral, el aumento de los costos operacionales y la presión por mejorar la productividad, lo que ha impulsado la adopción de prácticas más rigurosas en la gestión del mantenimiento (CIMUA 2024). De acuerdo con las exigencias y la competitividad en la industria minera se hace relevante implementar metodologías que vayan en línea con las variaciones del mercado para el control de gastos operacionales. En el caso de la División El Teniente de CODELCO, se evidenció que la implementación de prácticas de mantenimiento de alta calidad, como el uso de metodologías Lean Management y la optimización de frecuencias de intervención, permitió reducir significativamente las horas de mantenimiento planificado y mejorar indicadores clave como el tiempo medio entre fallas y la disponibilidad de planta. Este enfoque no solo mejoró la eficiencia técnica, sino que también tuvo un impacto económico positivo al disminuir las pérdidas por indisponibilidad y aumentar el procesamiento de mineral, demostrando que una gestión de mantenimiento bien ejecutada es esencial para controlar el OPEX y asegurar la competitividad del negocio minero (Olivares Olivares, 2017). En el contexto de la gestión de calidad en el servicio de mantenimiento, resulta esencial comprender las diferencias estructurales entre los entornos de manufactura y los de servicios. Como señala Deming en Out of the Crisis, una diferencia importante radica en la percepción del trabajador respecto a su rol: “el trabajador de producción no sólo tiene un trabajo: él es consciente de que pone algo de su parte para fabricar algo que alguien más verá, sentirá y utilizará de alguna manera. Por el contrario, en muchas empresas de servicios, las personas que allí trabajan sólo tienen un trabajo. No son conscientes de que tienen un producto, y de que este producto es el servicio” (Deming, 1982, aportado por Carolyn A. Emigh). Esta distinción no solo afecta la forma en que se concibe la calidad, sino también la manera en que se diseñan los procesos de mejora continua y los indicadores de desempeño en cada tipo de organización(...).