Conjunto residencial con modelo de negocio multi-family. Diseño arquitectónico y modelo de negocio en equilibrio: una respuesta contemporánea a una forma eficiente de enfrentar la necesidad de arriendo en Chile

Abstract

En un contexto marcado por las dificultades de acceso a la vivienda propia, restricciones al crédito y transformaciones en los estilos de vida, el multifamily representa una alternativa habitacional contemporánea. En este escenario, el diseño cobra un rol fundamental: no se trata solo de construir para arrendar, sino de crear espacios que entreguen bienestar, servicios y calidad de vida a quienes eligen vivir bajo este modelo. Desde lo arquitectónico, la propuesta nace de una pregunta clave: ¿Cómo construir un edificio frente al mar sin bloquear su paisaje ni afectar a quienes habitan detrás?. La respuesta proyectual se da a través del concepto de fragmentación, aplicado de manera intencionada a la forma, distribución y permeabilidad del edificio. En lugar de levantar un volumen compacto que actúe como una barrera visual, se opta por dividir el edificio en partes, separadas entre sí, lo que permite mantener la continuidad de las vistas desde la ciudad hacia el mar, y viceversa lo más posible. Esta fragmentación no solo responde a una lógica visual, sino también a una manera más amable de integrar se con el entorno urbano existente. Así, el proyecto no solo busca resolver un programa habitacional y comercial, sino también proponer una nueva manera de convivir con el borde costero, equilibrando la densidad urbana con el respeto por el paisaje y la comunidad.

In a context marked by limited access to own house, credit restrictions, and shifting lifestyles, the multifamily model emerges as a contemporary housing alternative. Within this scenario, design plays a fundamental role: it is not only about building to rent, but about creating spaces that provide well-being, services, and quality of life for those who choose to live under this model. From an architectural standpoint, the proposal is guided by a key question: How can a building be constructed facing the sea without blocking the landscape or negatively impacting those who live behind it?. The project’s answer lies in the concept of fragmentation, intentionally applied to the form, layout, and permeability of the building. Instead of generating a compact mass that acts as a visual barrier, the design divides the volume into separate parts, allowing for the greatest possible continuity of views between the city and the sea. This fragmentation responds not only to visual concerns, but also to a more sensitive way of integrating the building into the existing urban context. Thus, the project seeks not only to accommodate residential and commercial programs, but also to propose a new way of coexisting with the coastal edge, balancing urban density with respect for the landscape and surrounding community.